Tomás Sánchez

Greta 1 - Capitalismo 0

Tomás Sánchez V. @TomsAwaki

Por: Tomás Sánchez | Publicado: Jueves 3 de octubre de 2019 a las 04:00 hrs.
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En buen chileno, Greta Thunberg nos echó la choreada y nos hizo un gol de media cancha. Su interpelación —“¡¿Cómo se atreven?!”— caló hondo y nos dio de qué hablar por un rato largo. Y es que cuando una niña reta a los adultos, y estos no responden de la forma correcta, tenemos un problema. No hay una respuesta clara y la pregunta es por qué. ¿Falta de piso moral o político para responder? ¿No tenemos la solución? ¿O no estamos dispuestos a ella? El que calla otorga y en este caso el mundo le dio la razón a Greta, pero no una respuesta.

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El problema no es el apocalipsis anunciado, que según muchos científicos no será tal, sino que la falta de accountability político sobre los problemas que nos aquejan. Greta levantó la bandera del cambio climático y apuntó su dedo en contra de los capitalistas que sólo piensan en dinero. Sin embargo, la realidad es que los desafíos que enfrentamos como humanidad son variados y no le estamos robando la niñez sólo a una activista sueca, sino que a millones de niños que viven en la pobreza, a otros que son traficados para ser abusados, a los que tienen hambre y tantos más que sufren incontables injusticias.

¿Es el capitalismo el responsable? ¿Son los empresarios o los consumidores? ¿No son los políticos los guardianes del bien público? ¿Quién no hizo la pega? Podemos esperar sentados a que se pongan de acuerdo en la ONU o que el Congreso apruebe nuevas leyes. Y probablemente no pasará nada si es que las empresas no están a bordo. La buena noticia es que los consumidores ya lo están. La última encuesta Cadem reveló que el 74% está de acuerdo con que hay que cuidar el medioambiente, aunque eso signifique frenar el desarrollo económico del país. Es una declaración no menor. En la discusión laboral, parte de la opinión pública dio pie atrás al entender que menos horas de trabajo podría tener un efecto en los salarios. Aquí sucede justamente lo opuesto, ya que, al hablar de ser más sustentables, la mayoría del país está dispuesta a hacer un sacrificio económico. A tomar nota.

El futuro es cada vez más complejo e interconectado. Por lo mismo, esperar que simplemente la regulación guíe a la sociedad hacia un escenario próspero es sólo esperanza. La realidad, es que el principal vehículo de acción y cambio que tenemos son las empresas. Por eso es que los consumidores les exigen cada día más productos sustentables y la sociedad las interpela a definir su rol público. Prueba de ello es que hace rato el defenderse con el argumento de “es legal” ya no es válido. De hecho, el 74% piensa que los empresarios tienen poco respeto por el medio ambiente. La sociedad subió el estándar para todos, y las empresas, mientras antes entiendan este nuevo escenario, mejor para todos.

A la opinión de la ciudadanía se suman las acciones del gobierno. La decisión de ser el anfitrión de la COP25 es un compromiso político internacional importante, pero del cual aún no se sale victorioso. Con la radiación solar que tenemos, podríamos liderar con el ejemplo la discusión energética, pero para eso no basta poner la casa, también tenemos que cocinar y, entre todos, prestarnos ropa. Por el minuto sólo se ha dado el primer paso, pero no se han visto nuevos compromisos que estén a la altura del evento, ni del mundo público ni del privado.

Para dar vuelta el marcador, el empresariado y el gobierno no tienen que responderle a Greta, sino liderar la discusión. Tienen que dejar de dar explicaciones para pasar a ser protagonistas con soluciones. Sólo asíg Greta podrá ir a jugar y nosotros a trabajar por un mejor país.

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